madre mazzarello
S. María Dominga Mazzarello (1837-1881)
Cofundadora del Instituto de las FMA
Beatificada el 20-11-38
Canonizada el 24-6-51
El itinerario histórico-biográfico de María Dominga Mazzarello es relativamente breve (44 años) y se puede articular en cuatro etapas marcadas por una maduración especial en su vida cristiana y consagrada.
PRIMERA ETAPA
Comprende trece años, a partir de su nacimiento en Mornés, Alto Monferrato (1837), hasta la primera Comunión (1850). Transcurrió estos años en un ambiente familiar caracterizado por una sólida vida cristiana y un incansable trabajo campesino. Inteligente, volitiva y dotada de rica afectividad, María Dominga se abrió a la fe acompañada por sus padres y por su sabio
director espiritual don Domingo Pestarino.
SEGUNDA ETAPA (1850-1860)
se observa una especial interiorización de la fe, a partir de su primer encuentro eucarístico, que la lleva a entregar su juventud al Señor con el voto de virginidad y a participar intensamente en la vida parroquial, especialmente a través de la Unión de las Hijas de S. Maria Inmaculada. A los 23 años sufrió una grave enfermedad, el tifo, que le dejó una profunda resonancia física y espiritual. Cambia entonces la vida del campo, no solo por la falta de fuerza física, sino porque en ella surge con claridad una especial intuición educativa. Se dedica a la educación de las niñas de su pueblo, creando una escuela de corte y confección, un oratorio festivo y una casa-familia para las niñas abandonadas.
TERCERA ETAPA ( 1860-1872)
Se la ve siempre más abierta al designio de Dios en su vida y en el encuentro con s. Juan Bosco (1864) reconoce en plenitud la respuesta a sus intenciones apostólicas. Juntos fundan el 5 de agosto de 1872 una nueva familia religiosa en la Iglesia a servicio de las jóvenes, de la cual don Bosco es el Fundador y María Dominga la Cofundadora.
CUARTA Y ÚLTIMA ETAPA DE SU VIDA (1872-1881)
María Dominga Mazzarello realiza su misión de maternidad espiritual a través de la formación de las Hermanas, los numerosos viajes motivado por el surgir de nuevas fundaciones, el incremento y expansión misionera del Instituto, su palabra oral escrita, su donación cotidiana consumada en el ejercicio de la “caridad paciente y benigna”.
Muere en Niza-Monferrato el 14 de mayo de 1881. Deja a sus hijas espirituales una sólida tradición educativa. Dios le otorgó el don del discernimiento y plasmó su rostro espiritual de mujer sencilla y sabia. Su fiesta litúrgica se celebra el 13 de mayo.